Como saber si tienes depresión
La depresión se considera un trastorno de salud mental, en el cual nuestro estado de ánimo se ve perjudicado por pensamientos y sentimientos negativos que afectan a nuestro cuerpo.
Cuando se menciona la depresión en la vida cotidiana, se puede estar hablando de un estado inicial tanto emocional como mental.
La depresión puede definirse como un estado de infelicidad que pasa relativamente rápido, es decir, la decepción, la fatiga, sentirse desanimado o tener constantemente sentimientos de tristeza.
A veces, la depresión se refiere a un estado depresivo que puede durar de unos días a unos meses, pero que no provoca síntomas complicados a lo largo de la vida.
La tristeza, la decepción, el ánimo bajo, pueden ser señales de que algo no va bien en nuestras vidas. Experimentar estas emociones muchas veces, no quiere decir que tengamos depresión, pero en algunos casos requerirá estas señales indicaran la necesidad de ayuda psicológica de un profesional.
La diferencia entre el dolor y la depresión, es que el dolor suele tener un propósito y una causa, como la pérdida de un ser querido o de un trabajo.
La persona en duelo suele experimentar sentimientos y recuerdos asociados a la pérdida. En el caso de la depresión, rara vez es posible identificar una causa específica.
La depresión se define como un trastorno mental caracterizado por una disminución persistente del estado de ánimo y otros síntomas que afectan a nuestro cuerpo. Además de los pensamientos que negativos que afectan nuestros sentimientos, y a nuestro comportamiento.
La depresión puede deberse a varias causas.
La depresión puede tener diversas causas que requieren la ayuda de un profesional de la psicología.
Por lo general la depresión se debe a diversos problemas emocionales no resueltos, que nos han ido afectando con el paso del tiempo, hasta el punto de derivar en un estado depresivo.
Los factores hereditarios, la crianza o traumas, pueden afectarnos en la etapa de adolescencia o la de adultez, y en la forma en la que nos relacionamos con el mundo, derivando en muchos casos cierta vulnerabilidad a la depresión.
Por ejemplo, la probabilidad de sufrir una depresión aumenta si el niño ha tenido una infancia difícil, en la que ha sufrido abusos físicos, emocionales o sexuales, o ha sido abandonado.
La depresión puede ser consecuencia de acontecimientos demasiado difíciles de la vida de una persona, acumulando en nuestro inconsciente tristeza y angustia.
En algunos casos también, la depresión puede estar causada por una enfermedad física, como la demencia, el trastorno de tiroides o la enfermedad como el Parkinson.
También puede estar causada por los efectos secundarios de ciertos medicamentos, drogas o alcohol. Las causas hormonales o la falta de luz solar, “Vitamina D” en invierno también pueden contribuir a una depresión.
Síntomas de la depresión
A continuación, te mostramos los diferentes síntomas que indican una posible depresión y su nivel de gravedad. Según los síntomas que la persona presente, la depresión se podrá clasificar como leve, moderada o grave.
Estado de ánimo bajo y deprimido
Los síntomas de la depresión incluyen un estado anímico bajo y una sensación constante de tristeza e irritabilidad, con un sentimiento de futuro sombrío y sin sentido. También esto puede provocar una sensibilidad a el llanto sin motivo.
Pérdida del placer
Muchas de las cosas que antes te hacían sentir bien y te motivaban, ya no te satisfacen, ni te producen interés. Esta carencia de placer, hace que las cosas se tornen un poco gris y sin color en la vida de la persona.
Baja autoestima e inseguridad de sí mismo.
Esta característica y pensamiento de debilidad e inutilidad sobre si mimo, hacen que la persona se sumerja más en un pensamiento de depresivo de no poder y sentirse poca cosa como persona.
Fatiga y falta de iniciativa propia.
Una depresión provoca falta de iniciativa diaria, pereza y una sensación de cansancio y energía insuficiente, incluso para realizar las pequeñas labores diarias.
Autocrítica constante y sentimientos de culpa injustificados.
Una sensación de culpable injustificada y una autocrítica negativa sobre si mismos, sin ni siquiera tener motivos justificados de causa o errores.
Recurrentes pensamientos de suicidio o muerte.
Una persona que sufre depresión, tiende a pensar en la muerte y la desgracia sobre sí mismo e incluso puede llegar a plantearse el suicidio.
Dificultades para concentrarse e indecisión.
La persona es incapaz de concentrarse y actuar con decisión en tareas cotidianas, e incluso en cosas que antes parecían fáciles.
¿Como saber si tengo depresión o ansiedad?
Continúa leyendo este artículo y conseguirás diferencias si estás pasando por una depresión, o solo es un estado temporal de ansiedad.
Ansiedad e inquietud y agitación psicomotora.
La agitación psicomotora, son síntomas de ansiedad mental que, en ocasiones provocan movimientos involuntarios de una persona en un estado de depresión avanzado sin motivo alguno.
También pueden ir acompañados de un estado de ansiedad e inquietud constante, que mantienen a la persona en un estado de alerta, frente a una amenaza inespecífica.
Trastornos del sueño
Las personas con depresión por lo general tienden a tener trastornos del sueño, una dificultad que les impide conciliar el sueño y tener somnolencia, un síntoma que también incluye un despertar temprano.
Perdida o aumento del apetito y peso
Las personas que están pasando por una depresión, suelen perder el apetito y esto hace que bajen de peso. Pero también pueden tener un exceso de apetito que los lleva a comer mucho y engordar drásticamente. Este puede ser un claro indicio de cómo saber si alguien tiene depresión.
Nota Importante:
Si después de leer este artículo sobre cómo saber que tienes depresión, crees que tú estás pasando por una depresión, entonces ha llegado el momento de acudir a un profesional.
Te aconsejamos que acudas cuanto antes a tu médico de cabecera o un psicólogo profesional que pueda ayudarte.
